Por Jorge Nitales En los últimos minutos Cuba ha declarado el estado de alerta para su sistema energético nacional. La razón detrás de esta...
Por Jorge Nitales
En los últimos minutos Cuba ha declarado el estado de alerta para su sistema energético nacional. La razón detrás de esta medida no es la falta de combustible, ni la antigüedad de sus termoeléctricas, sino algo mucho más celestial: los restos del cohete Starship de SpaceX. Después de que partes del cohete sobrevolaron el Caribe, las autoridades cubanas temen que estos escombros puedan caer sobre sus ya precarias instalaciones eléctricas, sumiendo al país en una oscuridad aún más profunda.
"Estamos preparados para cualquier eventualidad", declaró un portavoz del Ministerio de Energía, "pero no podemos permitir que la ambición espacial de Elon Musk se convierta en nuestra pesadilla energética". Mientras tanto, los cubanos se preguntan si este es el nuevo enemigo público número uno: no la "guerra económica" de Estados Unidos, sino la "guerra espacial" de SpaceX.
En un intento por mitigar el riesgo, el gobierno ha ordenado la instalación de redes de seguridad sobre las termoeléctricas, aunque muchos se preguntan cómo podrían detener un trozo de cohete en caída libre. "Es como tratar de atrapar un meteorito con un paraguas", ironizó un ciudadano.
Así, Cuba se enfrenta a su mayor desafío: proteger su sistema eléctrico de los restos de un cohete que, en teoría, debería estar en el espacio, no sobre sus cabezas. Quizás sea hora de que SpaceX considere agregar un seguro contra caídas de escombros a su política de responsabilidad. Después de todo, nadie quiere ser el responsable de que Cuba se quede sin luz... de nuevo.
COMMENTS