Por Kerry Caberga Este 8 de marzo el presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que podría titularse "No Puedes Tener el P...
Por Kerry Caberga
Este 8 de marzo el presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que podría titularse "No Puedes Tener el Pastel y Comértelo También, a Menos Que Seas Yo". La nueva legislación tiene como objetivo a aquellos cubanos que recibieron asilo político en Estados Unidos y, en un acto de "traición imperdonable", se atrevieron a visitar la isla en los últimos 10 años.
"¡Si huyes de Cuba buscando la libertad, más te vale odiarla para siempre!", declaró Trump en una conferencia de prensa desde el Despacho Oval, mientras mordisqueaba un sándwich cubano (irónicamente). "¡Estos ingratos recibieron la generosidad americana y luego se fueron de vacaciones al 'infierno comunista'! ¡Es una vergüenza! ¡Una total y absoluta vergüenza!".
La orden ejecutiva, titulada "No Más Mojitos para los Traidores", establece que cualquier cubano que haya recibido asilo político en los Estados Unidos y haya viajado a Cuba después de recibir ese asilo será inmediatamente deportado. La medida ha provocado una ola de pánico entre la comunidad cubanoamericana, con largas colas frente a las oficinas de pasaportes y agencias de viajes, mientras la gente intenta desesperadamente cancelar sus viajes o encontrar lagunas legales.
Expertos legales han expresado serias dudas sobre la constitucionalidad de la orden ejecutiva, argumentando que viola los principios fundamentales de debido proceso y libertad de movimiento. Sin embargo, la administración Trump ha respondido a estas críticas con un simple: "¡Noticias falsas!".
Mientras tanto, en La Habana, el gobierno cubano ha respondido a la noticia con una mezcla de diversión y sarcasmo. "Agradecemos al Presidente Trump por ayudarnos a deshacernos de los elementos más problemáticos de nuestra diáspora", dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano. "Siempre supimos que esos gusanos volverían arrastrándose".
La comunidad cubanoamericana se encuentra ahora dividida, con algunos aplaudiendo la medida como un acto de justicia y otros denunciándola como una afrenta a los valores estadounidenses. Pero una cosa está clara: la "Guerra a las Maletas" de Trump ha abierto un nuevo y controvertido capítulo en la larga y complicada historia de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
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